Noches con Elena Gilbert (1era noche)

Espero que os guste lo que os traigo esta noche!!

Como siempre!!Espero vuestros comentarios!!

Una luna brillante ilumina el cielo nocturno. Miles de estrellas me saludan con sus destellos, y en lo único que puedo pensar es en el dilema de siempre…

¿Por qué todo tiene que ser tan complicado? Es frustrante saber que no puedo complacer a todo el mundo, pero son las dos personas más importantes en mi vida…y les hago daño. Si no me ando con ojo ellos acaban peleando, y siempre por mi culpa. A veces pienso en irme lejos de los dos. A algún lugar desierto en el que jamás puedan encontrarme, pero…acabarían por hacerlo, seguro. Como que no los conozco lo suficiente.

¿Por qué?¿Por qué he tenido que enamorarme de dos hermanos vampiros?

Mi Stefan, mi perfecto caballero andante, pacifico y risueño. Siempre intentando ayudar a los demás en todo lo que puede… con esos penetrantes ojos verdes roble, de un verde tan intenso y seductor…

Y luego está Damon… Damon Salvatore, el oscuro amante perfecto, con su media sonrisa tan sexy, y esos intensos ojos azules… siempre que miro esos ojos no puedo evitar adentrarme en lo más profundo de su ser y, en algunas ocasiones puedo llegar a acariciar su alma…

El dilema de mi vida, ya ves…

Son las 23:00, y Stefan todavía no ha venido, se que hoy se iba a retrasar, pero ya tarda mucho. En estos momentos me doy cuenta de quien camina hacia mi, lentamente, clavando su mirada en la mi. Siempre tan galante, tan felino, tan… perfecto…

Damon.

De negro para no variar, y con esas Ray-Ban tan sexys. Se las quita, todavía no ha dicho palabra. Gira la cabeza hacia un lado, y luego hacia el otro. Parece que le entretiene este jueguecito.

-Hola Elena-.

Su voz…es como terciopelo en mis oídos, una melodía que no tiene fin, la misma canción día, tras día…

No puedo evitar sonrojarme un poco, puedo notar el calor encendiendo mis mejillas, aunque en verdad no se porqué estoy así, yo estoy con Stefan, no con Damon.

-Damon-.

Su nombre sale automático de mi boca. Suena muy bajo, y entrecortado. Se que él puede percibir como mi corazón late apresuradamente, y se también el placer que le provoca oír mi entrecortada respiración. Me lanza una media sonrisa y mis piernas comienzan a flaquear.

-Estás un poco pálida querida, parece que no soy la persona que esperabas, obviamente esperas a Stefan. Me fastidia un poco tener que ser yo el que te diga que Stefan no va a volver hasta bien entrado el amanecer. Así que me ha pedio que cuide de ti-.

Consigo que mi voz suene clara y le digo:

-No necesito que cuides de mi Damon, nadie va a venir a secuestrarme…-.

-Eso nunca lo puedes saber. Mira Klaus, apareció de la noche a la mañana, y eso que nosotros no le habíamos hecho nada…-

Su sonrisa cada vez tiene más fuerza sobre mi. Noto como mi mente se desvanece poco a poco.  No siento sin embargo en que momento empiezo a caer contra el suelo. Solo puedo sentir el suave tacto de la piel de Damon al recogerme antes de medio camino.

-Elena, ¿estás bien?- suena alarmado.

-C..creo que si…no se que es lo que me pasa,-empiezo a murmurar- nunca su presencia me afecta tanto, por lo menos no dejo que me afecte…-

No me doy cuenta de que hablo en alto hasta que Damon hace que le mire. Su expresión es de perplejidad absoluta. Me mira con los ojos brillantes y la pregunta pintada en el rostro.

-¿De qué hablas Elena?, ¿la presencia de quién te afecta?-

-Yo…esto…bueno, si ¿qué pasa?, soy humana ¿no?, tengo algunas cosas que no puedo controlar, pero no es nada malo…¿no?-.

Me estoy poniendo cada vez más nerviosa. Noto los musculosos brazos de mi acompañante, puedo notar el calor que mana desde su interior.

-Todavía no lo estoy entendiendo bien ¿no Elena?,¿ me estás diciendo, lo que creo que me estas diciendo?- esta totalmente alarmado.

-Damon, yo no quería hacerte daño, y no quiero que tu te lo hagas a ti mismo, así que por favor, tranquilízate…-

De pronto Damon me pone de pié, me mira fijamente, y me dice.

-Stefan ¡jamás! Debe enterarse de esto Elena. ¿¡DE ACUERDO!?-

No entiendo nada, estoy asustada, y Damon lo nota.

-Lo siento Elena, pero esto no ha pasado jamás. No quiero volver ha hacer daño a mi hermano. No puedo volver a perderlo-.

Se da media vuelta, se coloca las Ray- Ban en sus ojos húmedos, y se va tranquilamente, dejándome con la palabra en la boca y con una sensación de ahogo que no desiste.

Princess of  Dark